Al final acabarán teniendo razón los enemigos de Vizcarra. Que toda la epopeya de cerrar el congreso fue porque el señor lagartito no quería irse a la cárcel por las coimas de Los Moqueguanos (la corrupción que se sabe que existe en los gobiernos regionales). 

¿Pero quién no celebro en menor o mayor medida el cierre del congreso en 2018? Algunos puritanos dirán yo lo advertí. ¿Pero no hubieran advertido mejor a PPK y Keiko (y Vizcarra) que se putas pongan de acuerdo para llevar reformas que, no sé, hubieran impedido algunos miles de muertes por el COVID? 

Veníamos de una arrolladora fujimorista que con 73 congresistas y otros tantos aliados más prácticamente tenían en sus manos el melón de varias reformas. ¿A quién no le sentó mal eso de que todo vaya mal mientras las reformas no lleven el nombre del fujimorismo en el congreso y en el ejecutivo? La famosa cagada de Keiko: “No me importa si se perjudican 10 mil o 100 mil personas, si favorece al Ejecutivo NO VA”. 

Al final PPK era otro bribón, la derecha teniendo ejecutivo y legislativo se autodestruyo, y más tarde sería el germen del limitado y corrupto de Castillo. Entre medio estaba Vizcarra, cuya gestión trato de sobrellevar mal que bien, luego el cierre del congreso y luego la pandemia; más tarde como a quien a hierro mata, a hierro se muere, también su vacancia. Por si no se acuerdan, el “argumento” fue por las coimas cuando fue gobernador de Moquegua.  

La gestión de Vizcarra fue regular, más se le recuerda por el cierre del congreso y porque en la pandemia mandaba a comprar al mercado a los varones con listitas hechas por sus esposas. Pero también porque el Perú tuvo unos de los peores manejos de la pandemia a nivel mundial (achacable también a décadas de inercia en salud).  

Ahora que la EFICCOP tiene delaciones premiadas, llamadas, váuchers, etc, que comprometen al lagarto, las mentiras de su entorno causan prurito.  ¿De héroe a villano? No espero del lagartito un mea culpa, una aceptación de culpabilidad. Pero si algo más de humildad, de no pontificar tanto, y de tanta espada desenvainada con rabo de paja. Por gente así de irresponsable, nació el meteorito Castillo (¿Antauro dixit?). Y si por obra y gracia del espíritu santo, Vizcarra resulta “inocente”, que se rehabilite lejos de la política. Ya cumplió su ciclo.